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El Régimen Simplificado de Tributación es el esquema de presentación que te permite otorgar comprobantes fiscales sin la necesidad de enviar mensualmente tus informaciones mediante la declaración de ITBIS, además con este régimen no pagas anticipo a las rentas, no pagas impuesto a los activos. Se emociona el contribuyente al que se le informa evitar ambos procesos mensualmente, además de que no tendrá la obligación de llevar registros organizados de su contabilidad.

Más que emocionarse debería investigar primero antes de someterse al cambio, de manera alegre modificar la forma de presentar sus ventas y gastos pudiera estar aumentando el pago porcentual de su Impuesto Sobre la Renta (ISR). En este esquema se asume que el beneficio obtenido de las operaciones es un porcentaje fijo del monto de sus ingresos o de las compras y gastos que realiza, por lo que, sin importar el impacto de sus gastos y costos, siempre tendrá que pagar la misma tasa de impuesto dividido en dos o tres cuotas al año.

En conversación reciente con un contribuyente escuché una situación muy común, este se mostraba preocupado porque estaba pagando muchos impuestos a su entender, al solicitar el régimen simplificado de tributación se dio cuenta qué perdió dinero que tenía como saldo a favor. Es probable que antes de entrar en el régimen no hiciera el ejercicio o conociera cómo se calculaba a partir de ese momento sus impuestos sobre la renta solamente se concentró en observar lo que no tendría que hacer de manera obligatoria mensualmente olvidó consultarlo y no tuvo ningún criterio para determinar si era conveniente o no hacer el proceso.

A la fecha está necesitando medir en qué momento va a comenzar a tener ingresos superiores a los 8 millones de pesos para desde ese momento volver al régimen regular, hoy ya hemos visto situaciones similares y le hemos calculado a otros clientes cuánto pagaría con el régimen regular y cuánto pagaría con el régimen simplificado de tributación y en algún caso la diferencia fue de más de 600 mil pesos, por eso es adecuado antes de hacer el cambio hablar con una persona que ya sepa cómo se calcula cuánto pagas de impuesto y cuánto sería tu tasa efectiva de tributación con ambos regímenes.

Personalmente acostumbro a otorgar estas consultas como una asesoría libre de costos,  en algunos casos los profesionales que dominan estas informaciones, de manera anticipada proponemos el cobro para este servicio de orientación y convertimos este dolor de cabeza del cliente en una oportunidad para generar un ingreso, este tipo de comportamientos acaba con nuestro rol de asesores, con la labor de orientación al contribuyente y empujamos al cliente a pensar que su mejor salida es acogerse a ese proceso para evitar pagar por todo al profesional al que se acerca a pedir ayuda.

 Cuando cambias de regimen de tributación pasa que:

 1-Puedes renunciar al saldo a favor acumulado de declaraciones anteriores

2-Puedes pagar en base a un % de beneficio que no es real

3-Dejas de presentar mensualmente tus ingresos y gastos, te relajas y no conoces tus resultados reales

4-Puedes estar pagando más sobre unos datos que no son tu verdad

Efectivamente tienes menos estrés en base al proceso operativo que requiere presentar tus informaciones de manera detallada, solo debes asegurarte que sea lo más conveniente. Si deseas cambiar de regimen tienes tiempos puntualmente para pedir el cambio, pregunta y haz la solicitud oportunamente.

Si tienes dudas o preguntas sobre este tema, recuerda que estamos para servirte y orientarte, suscríbete para que al publicar estas informaciones estés enterado.